II-4.2. Traslación de segundo grado de formula:
I>>O>A.
Con esta formula, el juntivo es precedido de las preposiciones
«de» y «para» en nuestro corpus. En las siguientes
oraciones,
BASILIO SOULINAKE.-[...] En la taberna donde comemos algunos
emigrados eslavos, acabo de tener la referencia de que había
muerto miamigo Máximo Estrella. P. 120
DIEGUITO.- Ya he transmitido la orden para que se le
ponga en libertad. P. 71
Las proposiciones subordinadas sustantivas funcionan
también como sustantivos después de la transposición que
se produce por medio de «que», que transpone estas proposiciones o
nexus a términos adyacentes de cualquier sintagma nominal. Esto es la
transposición de primer grado. La segunda se opera con «de» y
«para» que son los traslativos de primer grado. En otras palabras,
comprobamos que los sustantivos obtenidos de la primera traslación son
por lo tanto los adyacentes indirectos de los sintagmas nominales « la
referencia», « la orden». Así, hablamos de la
adjetivación de la preposición sustantiva.
II-5. OTRAS FUNCIONES DE LAS PREPOSICIONES.
En este apartado, enfocamos nuestra atención en las
funciones de objeto directo (OD) o
«implemento», de objeto indirecto
(OI) o «complemento» y de
complemento preposicional o «suplemento». Precisamos
que los términos de «implemento», «complemento» y
«suplemento» son de Emilio Alarcos Llorach28. Solo algunas
preposiciones desempeñan estas funciones llamadas
también adyacentes adverbiales en nuestra obra de
referencia. Las categorías que cumplen estas funciones son los
sustantivos y sus equivalentes que pueden ser el infinitivo, el pronombre, las
proposiciones subordinadas sustantivas o cualquier categoría gramatical
sustantivada.
II-5.1.-El complemento preposicional o suplemento
Los complementos preposicionales son los complementos del
verbo que requieren obligatoriamente una preposición, es decir, el verbo
rige una determinada preposición. Algunos gramáticos como Alarcos
hablan de complemento de régimen. En otras palabras, decimos que esta
función de suplemento se cumple gracias a la preposición. El
sintagma preposicional equivale funcionalmente al adverbio y al adjetivo y
además tiene funciones privativas de sintagma preposicional. En efecto,
equivaliendo a un adverbio, puede:
-funcionar como adverbial (complemento circunstancial o
aditamento) -funcionar como complemento del adjetivo
28 Emilio Alarcos Llorach. Op. Cit., pág.
287.
Equivaliendo a un adjetivo, el sintagma preposicional puede:
-funcionar como complemento en un sintagma nominal -funcionar como
predicativo.
La función sintáctica privativa es la de
complemento de régimen o complemento preposicional. La
preposición está seleccionada o determinada por el verbo por lo
cual se suele decir que el verbo rige la preposición.
EN.
De los ejemplos contenidos o registrados en Luces de
Bohemia, hemos aquí las más significativas:
-DON LATINO.-[...]Hay que pensar en el
mañana, caballeros! P. 86 -DORIO de GADEX.- Es mi
lección de filosofía. ~Polvo eres, y en polvo te
convertirás! P. 68
-DON LATINO.- Confía en mi generosidad
ilimitada. P. 138
Dentro de estos complementos preposicionales, Emilio Alarcos
Llorach distingue otros y advierte que:
existen otros casos de solidaridad entre el significado de la
raíz verbal y el del adyacente preposicional. Se trata de verbos, en
general de referencia locativa, que exigen la presencia de un adyacente de
sentido afín y susceptible de ser representado por un adverbio, como
ocurre con los
29
adyacentes circunstanciales.
29 Emilio Alarcos Llorach. Estudio de
gramática funcional del español,3 ed., Gredos, Madrid, 1980,
pág. 148-162.
Ejemplos:
EL MARQUÉS.-[...] En fin, montemos en el
coche, que aün hemos de
visitar a un bandolero. P. 134
El librero, al tiempo que habla, recoge el atadijo que aün
está en cima del
mostrador, y penetra en la lóbrega
trastienda,[...] P. 18
Ha entrado en la cueva un hombre alto, flaco,
tostado del sol.[ ...] P.
18
Zaratustra entra y sale en la trastienda, con
una vela encendida,[...] P.
19
[...] Dorio de Gadex se sienta en el sillón del
director, pone sobre la mesa sus botas rotas y lanza un suspiro. P.
67
Esta función de suplemento se realiza también por
medio de las preposiciones «de», «a»
y «con».
De
Ejemplos:
El Ministro.- (...)Y cómo no te ha acordado de
venir a verme antes de ahora? (...) P. 78
Rubén.- No te apartes de los buenos
ejemplos, Don Latino. P. 87 MAX.- Rubén, acuérdate
de esta cena. (...) P. 89
El Capitán Pitito.- ~ Encárguese usted de
este curda! P. 43
A Ejemplos
MAX.- El café es un lujo muy caro, y me dedico a
la taberna, mientras llega la muerte. P. 85
DON LATINO.- Protesto, si se refiere usted a los
niños de la acción ciudadana. (...) P. 69
LA PISA BIEN.- Y le convido a usted a un café de
recuelo. P. 37
DORIO DE GADEX.- Maestro, preséntese usted a un
sillón de la academia. P. 40
CON
Ejemplos
DIEGUITO.- (...) Cuento con usted.(...) P. 73
LA PISA BIEN.- se la pongo a usted y le obsequio con ella. P.
33 II-5.2. El OBJETO DIRECTO O IMPLEMENTO (OD)
Nos toca hablar en este apartado de los objetos directos con
la preposición «a» y, a propósito de ellos, Antonio
Quilis y César Hernández afirman que «la preposición
más frecuente del objeto directo es «a», que se
presenta ante complemento de carácter animado y con verbos
de significado de actividad, donde un rasgo de individualización a tal
elemento.»30
Siguiendo la misma óptica, los gramáticos
tradicionales defendían la idea según la cual se usa
«a» delante del OD cuando éste designa a los seres animados o
algunas cosas personificadas. Ahora bien, existen otros factores gramaticales
que condicionan el empleo de «a» delante del OD. Se trata, pues, de
las relaciones de identificación y de determinación.
Ejemplos:
VOCES DE LOS MODERNISTAS.- ~Acompañamos al maestro! (...)
P.
45
MAX.- (...) ~Conozco al ministro! (...) P. 50
DON LATINO.- Protesto (...) ~Y parece ser que esta tarde mataron
a uno de esos pollos de gabardina? (...) P. 69
DON FILIBERTO.- Ya esta transmitida la orden de poner en libertad
a nuestro amigo Estrella. (...) P. 70
EL MINISTRO.- Fernández, acompañe usted a ese
caballo, y déjele en un coche. P. 80
LA VIEJA PINTADA.- ~Mira el camelista! Esperaros, que llame a una
amiguita. ~Lunares! ~Lunares!
30 Antonio Quilis y César Hernández
Alonso: Curso de lengua española. Segunda ed. Valladolid, 1980,
pág. 213.
La más de las veces, el uso de «a» en estas
oraciones está condicionado por la presencia de los artículos que
traducen la determinación. En la tercera oración, la
preposición «a» viene a especificar la función que
desempeña el segmento «al» que se antepone, pues, viene a
desambiguar, esto es, a aclarar el sentido de la oración. Mientras que
en el penúltimo ejemplo, «a» obedece más bien a las
pautas o criterios establecidos por los gramáticos (Antonio Quilis y
César Hernández), los demás ejemplos son la
ilustración absoluta de la relación de determinación que
se establece entre los términos. Así no se trata ni de cualquier
añilo ni de cualquier caballero, ni de cualquier amiguita, sino de
«nuestro amigo», de «ese caballero», de «una
amiguita».
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